Es en días lluviosos como el
de hoy, en los que recuerdo que entre las mil y una cosas que dejaré sin hacer
en esta vida, una de ellas, aprender islandés, sin ser de las más deseadas, tal
vez sería de las más especiales.
Me imagino en alguna ocasión
especial canturreando en voz muy baja alguna de las mágicas canciones de Sigur Rós, uno de mis
grupos favoritos, entendiendo su significado, o al menos percibiendo el
surrealismo de algunas de sus mágicas letras en su idioma original.
Y es que algunas de sus canciones, como ‘Hoppípolla’ con su dulce melodía y mensaje vitalista, son
capaces de templar un poquico el alma, incluso la personas de cabeza y pies
fríos como pueda ser yo.
Aquí os comparto
su video traducido, uno de los más alegres y especiales que he tenido la
oportunidad de disfrutar. Espero que os guste.
No tengáis
miedo a salir y pisar los charcos.
Feliz domingo
de lluvia.
Es todo un tributo a la infancia de otras generaciones, la infancia de esta generación parecen menos poéticas. Pisaré los charcos con fuerza.
ResponderEliminarTal vez tengas razón amigo, pero los que sois padres disponéis del privilegio inigualable de disfrutar por tiempo limitado de una ventana temporal en que trasladar la magia a esa etapa de la vida de vuestros pequeños. A buen seguro que tú no la desaprovechas. :)
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