martes, 17 de julio de 2012

'Unas goticas de tinta.'

Llamadlo puro prejuicio, pero sin saber nada de él cuando aun asumía el cargo de Secretario General de la ONU, me generaba cierta simpatía.
Supongo que sería al dejar el cargo (no estoy muy seguro) cuando leí una anécdota sobre su carácter en una columna de algún periódico nacional que me haría recordarlo en infinidad de ocasiones.
Sería  en visita oficial a alguna exposición de arte cuando le presentaron una obra de grandes dimensiones de esas que tanto gustan ahora, en la que sólo aparecía una pequeña mancha foco de todas las miradas, en por lo demás un inmaculado lienzo.
Preguntado por la obra, Kofi Annan aunque no recuerdo las palabras exactas, comentó que veía algo así como:
 ‘Una inmensidad de blancura’                      
Mucho antes de la lectura de aquellas líneas, yo había sido un niño curioso y goloso a partes iguales, habiendo comprobado en multitud de ocasiones el punto de saturación de la leche al añadirle  cola-cao,  comenzando por disolver una pequeña cantidad (lo que apenas cambiaba su color) hasta llegar por incrementos graduales a una masa viscosa parecida a la arena de la playa mojada, pero algo más oscura y con mejor sabor.
Bastante después, ya independizado, por forzosa necesidad aprendería y experimentaría a la vez las excelentes propiedades de la leche caliente como quitamanchas de la tinta, que como cualquiera que me trate sabe, tiene especial afinidad por las mangas de mis camisas.
Y es que amigos lectores, la tinta como pigmento es mucho más potente que el cola-cao, pues basta un pelín extraída de una mancha para teñir todo un vaso de leche. Es entonces cuando mirando un líquido a veces azulado, otras rosado, me acuerdo de Kofi y el cuadro….
Resulta que aunque muy teñida por una pizca de tinta, la mezcla sigue siendo ‘una inmensidad de leche’.
Intento recordarlo mucho estos días cuando me invade el desánimo, cuando una ‘inmensidad de gente’ entre la que me incluyo, que sólo se ha dedicado a vivir honradamente, paga las consecuencias de unas gotas de tinta devastadoras que no contentas con haber teñido nuestro vaso, pretende beneficiarse del turbio resultado final, buscando otras causas para distraernos de su maldad, o lo que es peor, de su inepcia (del nepotismo casi mejor no hablo).
Si verdaderamente todos los funcionarios fueran vagos, los empresarios explotadores, los sindicalistas (y trabajadores en general) aprovechados y los políticos inútiles, hace ya mucho que nuestra mezcla como tal se habría descompuesto, o lo que es lo mismo, nuestra sociedad se habría hecho inhabitable.
Aunque lo que sí creo de nuestra responsabilidad colectiva de no seguir siendo ‘blancos’ es que en gran parte se ha debido a la excesiva tolerancia a admitir gradualmente y sin reaccionar demasiada tinta…
Total, por unas goticas….


4 comentarios:

  1. Santi, que bien lo explicas y con cuanta delicadeza. Yo diría: "...se ha debido a la excesiva tolerancia a admitir gradualmente y sin reaccionar demasiada porquería..."
    Un abrazo. Félix.

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  2. Bueno Félix, intento montar este blog a través de imágenes, supongo porque muchas veces sin pretenderlo me vienen este tipo de asociaciones a la mente, que por falta de tiempo, timidez, o simplemente para que no te toméis por loco, no suelo compartir con frecuencia, ni tomando cervecitas.:)

    En cualqier caso me alegro de que te haya gustado.

    Un abrazo.
    Santi.

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  3. Disculpa amigo. A veces me enrrollo de más y no me expreso bien.´
    La explicación de por qué escribo a través de analogías e imágenes hacía alusión a la delicadeza la que te referías.
    Me alegra que te guste esta forma de expresarme.
    No sé si ahora te lo he aclarado más correctamente.
    Una abrazo.

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