domingo, 4 de noviembre de 2012

'Sentado ante mi futuro'

           Son muy pocos los momentos en que ocurre.
Ser consciente durante unos preciosos segundos de que estás generando unos recuerdos imborrables en el futuro, te aleja por unos instantes de ti mismo. No necesariamente son los más felices, pero siempre tienen algo diferente, que trasciende. Como si ya te estuvieras contemplando convertido en un espectador más de esa película que es  tu vida.
En aquellos años, los últimos de instituto, me ocurrió con frecuencia. Pertrechado con una pequeña cámara compacta de carrete, las tardes de los fines de semana, salía disparado con mi bici hacia un recorrido fijo por carreteras del trasvase que me llevaría a atravesar la autovía de Murcia a Cartagena,  por un puente que,  con la frecuencia de las visitas sería 'mi puente'.
Con la llegada de la primavera, y sus horas adicionales de sol, mis excursiones se harían diarias, pero disfrutaría especialmente aquellas escasas tardes nubladas, con ese brillo extraño que se produce poco antes de llover.
Esas tardes, aun a riesgo de mojarme, subiría al puente, bajaría de la bicicleta, y me sentaría un ratico en su acera a contemplar la visión de las dos calzadas paralelas de la autovía queriendo buscarse, fundirse sin éxito en el puerto de la Cadena.
Algunas veces haría fotos, otras me gustaría imaginar  la vida de los pasajeros  de aquel incesante tráfico, y todas sin excepción me preguntaría qué pintaba yo en todo aquello, qué sería de mí en un futuro próximo.
Eran tiempos de cambios, los años venideros serían difíciles, intensos, alegres, trágicos, tristes, cálidos; y aunque en aquellos momentos poco podía imaginar, los efectos de aquellos escasos ratos que allí arriba tuve, casi dos décadas más tarde, aún perdurarían en mi vida diaria.
Tras años de ausencia, cuando vuelvo de Murcia por la autovía alguna tarde extraña con nubes , aún me gusta levantar el ojo derecho por si me veo contemplándome en el puente, mi puente.






10 comentarios:

  1. El sentido de transcendencia va unido al mundo interior. Enhorabuena. Me ha encantado.

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  2. Gracias Cynthia.

    No sé lo que es el mundo interior, puede que sea soñar despierto, tal vez sea resistirse a ser adulto, a ser devorado por la rutina y las obligaciones que sin prisa pero sin pausa vamos adquiriendo...

    No lo sé.

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  3. Hola Santi: De tus relatos me gustan aparte del contenido,la sensibilidad que trasmiten. Este, además me ha recordado unas sensaciones que experimenté hace unos años. Te cuento: Estaba en el pueblo sobre el día quince de Septiembre, y contemplaba una puesta de sol preciosa, policromada entre rojos y amarillos. Al día siguiente tenía que volver a Murcia. A medida que el sol se ocultaba una sensación de frío envolvía mi cuerpo. El aire cada vez más frío se hacía notar en mis brazos. Aquella brisa, aquel olor a final de verano y el color del atardecer en Castilla me evocaron tantos recuerdos de mi niñez que esperé mirando a poniente, como media hora, hasta que se hizo totalmente de noche. Era como si quisiera atrapar ese momento, respirar ese aire ya frio, fotografiar la puesta de sol en mi retina y almacenar los olores de final de verano y traérmelo todo para Murcia, pues me habían llenado de nostalgia y recuerdos.
    Saludos Félix.

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    1. Muchas gracias Félix, te estoy muy agradecido tanto por que me leas como por que participes en una excelente expresión escrita.

      Me considero muy afortunado por poder apreciar estas sensaciones y vivencias que describo,supongo que el tener sensibilidad para ello es una virtud que te hace vivir más intensamente, ya sea disfrutando o sufriendo.

      Tambíén esta forma de ser me ha permitido siempre intentar rodearme de excelentes personas.

      Y poco más que intentaré seguir escribiendo a ratos robados a mi intensa rutina que tan bien conoces, y espero que te siga gustando.

      Saludos.
      Santi

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  4. Precioso texto: evocador, trascendente y muy bien escrito. Tiene alma. Enhorabuena.

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  5. Gracias amiga Marisa, me siento muy halagado.

    Tú me conociste por aquella época y al no romper el vínculo conmigo estas casi dos décadas ( madre mía) has sido fiel espectadora de todo lo que me vino después.

    Muchas veces lo hemos hablado, el día a día es muy duro y mata o adormece lentamente nuestros sueños, nuestro mundo interior.

    Desde aquí intento rebelarme contra ello, pero incluso a veces me doy cuenta de que preso del agotamiento escribo con rebeldía frente a mi presente pero sin alma.
    Con este texto quise lo contrario, recordarme que puedo y debo hacerlo.
    Besos.

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  6. Me ha gustado, transmite orden, perspectiva y contemplación. De las mejores cosas que has escrito, creo que ya te has ganado que recomiende tu lectura. Pronto te llamaré para hablarte de mi puente. Un abrazo amigo. Pepe Aguilar

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  7. Gracias Pepico

    ¿Conoces esa sensación de que estas haciendo algo que comenzaste por pura vocación y de repente por falta de tiempo, el peso de la rutina o qué se yo, se te va de las manos, se resiente y lo haces casi por una obligación autoimpuesta?

    Me gusta escribir así, como en esta entrada,mejor o peor, pero a mi manera, y últimamenete se me estaba olvidando, escribiendo en el blog en plan fast-food.

    Tengo muchas ideas en la cabeza , puede que hasta monte otro blog más literario cuando tenga tiempo (quíén sabe cuando), pero mientras tanto, no volveré a escribir sin alma.

    Un abrazo amigo.

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  8. Santi, hay que escribir, con alma o sin ella, para que la inspiración nos pille trabajando. :).
    Sobre este post, que a mi, como supongo a todos, me lleva a la melancolía de la adolescencia y de esos años de instituto en los que todo parece (y quizá sea) más trascendente, más brillante y más limpio, me despista mucho el uso del condicional. Será que yo soy así de prosaica, pero si un pretérito imperfecto me hubiera permitido dejarme llevar más por lo escrito y menos por el como.

    Yo tenía un árbol, una estrella, y un lugar en un puzzle donde nunca volví a encajar.

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  9. Más brillante y más limpio, como el aire después de llover. No es condicional , es una especie de subjuntivo que no acierto a describir pero que en el momento que escribí esto hace dos años me surgió así.
    Gracias por leerme.
    Intentaré seguir escribiendo.

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