miércoles, 3 de octubre de 2012

'' De días luminosos y tramas predecibles.''

Tal vez sea cierto aquello que dicen algunos que en determinadas actividades creativas, como pueda ser el cine, pese a la ingente creación de obras, apenas se innova con argumentos realmente originales, ideas novedosas que llamen la atención por sí mismas en vez de guiones rodeados de quiebros argumentales tremendamente artificiosos…
Quizás por ello, como aficionado al séptimo arte, me gustan dos tipos de películas con independencia del género. En primer lugar, lo que más me atrapa de una trama  es no conocer su desenlace casi desde su comienzo; y si no puede ser, pues me conformo con que sea verosímil o al menos coherente, aunque sea de marcianitos….
En este sentido y como he comentado alguna vez por aquí, también como fiel asistente a la gran pantalla de la última comedia romántica de turno, a estos argumentos les pido lo mísmo. Así que últimamente casi me atrae más la comedia dramática, pues supongo que es uno de los géneros que más se puede parecer a la vida, al menos a la de la gente corriente, como es mi caso.
Os cuento este pequeño rollo introductorio porque el pasado sábado, tal y como los propios protagonistas se habían encargado de hacer saber con especial difusión en las redes sociales (‘29S’), se casaban mis primos Carmen y Jose.
Bueno, primos en el sentido de los pueblos, o sea que tu primo además del hijo de tus tíos puede ser un familiar de hasta grado séptimo, y ni siquiera es necesario que los implicados recuerden exactamente el parentesco, basta con que se acepte de mutuo acuerdo entre las partes ser ‘primos’ y ya por no hacer falta, ni es necesario llamarse por nombre de pila.
En este caso el parentesco si es conocido por ambos y casi casi somos primos según la definición de la RAE, comemos juntos por la pascua y todas esas cosas, así que les tengo mucho cariño.
Me alegro por ello que tras las trágicas tormentas del pasado viernes, el sábado nos hiciera un día fantástico, y pudieran disfrutar de una jornada inolvidable con sus familias y amigos…
A lo largo de los últimos años he asistido a muchas bodas, a veces cerca, otras lejos, en diferentes días y horarios, unas numerosas, otras no tanto; y además de la invitación en un lugar reservado en casa, me gusta quedarme con un recuerdo especial de cada una de ellas.
Aunque la totalidad de la boda fue especialmente alegre y emotiva a la vez, si tuviera que elegir un momento de la de Carmen y Jose, nunca olvidaré ‘29S: La película.’ Y es que unos días antes en exteriores de nuestra comarca mis queridos primos tuvieron el valor de sentarse cada uno en solitario delante de una cámara y hablar con total sinceridad de su historia, y aunque en este caso particular conocía el desenlace desde el principio, gustándome las tramas reales, sus palabras naturales y nerviosas a la vez, ante el objetivo fueron sencillamente de Óscar.

¡Besos y abrazos primos!

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